¿Alguna vez te has preguntado por qué acciones de empresas locales, como Ecopetrol, se pueden negociar tanto en la Bolsa de Valores de Colombia como en la Bolsa de Nueva York? La respuesta está en unas herramientas financieras clave llamadas ADR.

En este artículo te explicaremos de forma sencilla qué son, cómo funcionan y qué debes tener en cuenta si te interesan como inversionista.

¿Qué es un ADR?

Las siglas ADR significan American Depositary Receipt (Recibo de Depósito Americano). En términos simples, no son la acción «física» de la empresa extranjera en sí misma, sino un título físico negociable emitido por un banco de Estados Unidos que representa un número específico de acciones de una empresa extranjera.

Por ejemplo, si una empresa colombiana quiere cotizar en EE.UU. pero no es una compañía estadounidense, lo hace a través de estos recibos. Es el mecanismo que permite que las acciones de mercados locales «viajen» y se negocien en bolsas internacionales.

Dato curioso: Si una empresa colombiana cotizara en Brasil, el instrumento se llamaría BDR (Brazilian Depositary Receipt).

¿Cómo funciona el proceso?

El mecanismo detrás de un ADR es fascinante y se basa en el arbitraje y la custodia:

  1. Bloqueo de acciones: Se toma un bloque de acciones en el mercado local (por ejemplo, en la Bolsa de Valores de Colombia).
  2. Banco Patrocinador: Estas acciones se entregan a una entidad financiera o banco custodio.
  3. Emisión de Recibos: El banco emite los «recibos» (ADR) que son los que finalmente se listan y compran en la Bolsa de Nueva York.

El precio del ADR en EE.UU. debería comportarse de manera muy similar al de la acción local, ajustado por la tasa de cambio (dólar). Si existiera una gran diferencia de precio, los inversionistas aprovecharían para comprar barato en un mercado y vender caro en el otro (arbitraje), lo que termina equilibrando los precios.

No es una relación 1 a 1

Es importante saber que un ADR no siempre equivale a una sola acción. A menudo, un solo ADR representa un paquete de 10 o 20 acciones locales.

Esto se hace para ajustar el precio al estándar del mercado estadounidense. Si una acción local es muy barata (centavos de dólar), podría considerarse una «penny stock» (acción de baja calidad). Al agruparlas (por ejemplo, multiplicando su valor por 20), el ADR alcanza un precio razonable y atractivo para los inversionistas en Wall Street.

Beneficios de los ADR

Para las empresas emisoras:

  • Visibilidad: Estar en la bolsa más importante del mundo pone a la compañía en el radar global.
  • Acceso a Capital: Si el mercado local es pequeño, una emisión de acciones grande podría no venderse por completo. Al emitir en EE.UU., la empresa accede a un mar de inversionistas con mayor capital.

Para el inversionista:

  • Mayor Liquidez: Al cotizar en mercados con más volumen de negociación.
  • Transparencia y Seguridad: Para estar en Nueva York, las empresas deben reportar ante la SEC (la superintendencia financiera de allá), que suele ser mucho más estricta con la información y reportes financieros que las regulaciones locales.

Riesgos y Niveles de ADR

No todo es color de rosa. Si una acción cae demasiado (por ejemplo, si su precio baja de 1 dólar y se mantiene así), la bolsa puede deslistarla. En ese caso, el ADR pasaría a negociarse en el mercado OTC (Over The Counter) o mercado «Pink», donde la liquidez es bajísima y es más difícil vender.

Finalmente, existen 3 niveles de ADR:

  1. Nivel 1: Menores requisitos, se negocian solo en mercado OTC.
  2. Nivel 2: Cumplen requisitos completos y cotizan en bolsas oficiales (como NYSE). Ejemplo: Ecopetrol o Bancolombia.
  3. Nivel 3: Se utilizan no solo para cotizar acciones existentes, sino para emitir nuevas acciones y levantar capital directamente en EE.UU.

Conclusión

Los ADR son una excelente herramienta de globalización financiera. Permiten a las empresas locales crecer y a los inversionistas acceder a activos internacionales con la seguridad de la regulación estadounidense. Sin embargo, como en toda inversión, es vital analizar la solidez de la empresa para evitar sorpresas con deslistes o falta de liquidez.