Por lo general, una desaceleración económica conduce al índice accionario de referencia a una tendencia bajista. Ante esta situación muchos alertarán sobre el riesgo de invertir en acciones, pero siempre existen opciones de inversión; recuerden que cuando todos lloran alguien hace pañuelos.
Para mercados bajistas existen dos opciones, la primera comprar pánicos y vender rebotes y la segunda es invertir en sectores defensivos. Ambas son estrategias válidas, no obstante, la primera tiende a ser más sencilla de aplicar, pero a la vez mucho más riesgosa.
En cuanto a comprar pánicos y vender rebotes existe un punto de partida y es que el mercado sube como palmera y cae como coco. En tendencia bajista las caídas suelen ser de una mayor magnitud que los ascensos y de una duración menor a los rebotes; en promedio una fuerte caída del mercado puede acercarse al 20% y durar 2 semanas mientras el rebote puede ser de 12% y durar 2 meses. En este punto es importante aclarar que estamos hablando del índice accionario, para acciones particulares la volatilidad será mayor y estará en función del perfil de riesgo de la empresa; el inversionista tendrá que hacer el ajuste porcentual respectivo.
Conociendo esta información, se debe ser paciente y esperar que el mercado reciba noticias negativas e inicie el fuerte descenso. Parece sencillo pero los compradores retrasarán mucho el descenso hasta que las velas bajistas serán fuertes y con volumen, en este momento el inversionista debe estar listo para coger un cuchillo cayendo.
Para atrapar el mercado cerca del final de su caída se deben usar las bandas de bollinger y las velas japonesas. Entre mayor sea la amplitud de las bandas y si el precio sale de la banda inferior de bollinger, la probabilidad de que inicie un rebote será más alta. Adicional, velas de indecisión, neutras o tipo doji también ayudarán identificar el momento justo de la compra.
Bajo este escenario también cuenta la prudencia. Es mejor distribuir la posición de compra en 2 o 3 partes. La primera compra será la más arriesgada, la segunda se debe realizar si el mercado cae entre un 5% y 7% adicional y la tercera cuando ya se encuentren señales de la presencia de compradores. Se puede adquirí el 30% en la caída, el 3% adicional ante nuevos descensos y el 40% cuando se den señales técnicas de presencia de compradores.
Así que se deben iniciar las compras cuando las bandas de bollinger sean amplias, el precio esté preferiblemente fuera de las bandas (condición no necesaria). La confirmación de compradores se da cuando se rompa la resistencia de un patrón de velas japonesas de indecisión o un patrón de velas alcista. Tras la compra se debe usar el retroceso de Fibonacci para evaluar la toma de utilidad ante un posible rebote del gato muerto, recordando siempre que el rebote podrá tomar meses y será con bastante indecisión. Como toda estrategia se deberá establecer un Stop Loss, en este caso se debe ubicar por debajo de los mínimos que deje el activo una vez inicie el rebote.
Esta técnica no es infalible, pero ayuda a encontrar precios de compra más atractivos y con mayor probabilidad de registrar ganancias en medio de una tendencia bajista. En cuanto a la selección de sectores defensivos, el tema será abordado en un próximo artículo.