Considerado como un indicador con rezago o lag, la tasa de desempleo ayuda a confirmar la tendencia de una economía, pero no permite anticipar cambios de su tendencia.  Estas son las razones que explican esta afirmación.

Para los economistas existen dos tipos de indicadores económicos: los indicadores líderes y los Indicadores con rezago.  Los primeros son de rápida publicación y por su naturaleza ayudan a predecir la tendencia de la economía.  Por ejemplo, la confianza del consumidor, el cual se publica en Colombia aproximadamente 15 días después del mes de su medición y tiene la capacidad de dar señales sobre el comportamiento futuro de la demanda de bienes y servicios.   En este caso si el consumidor tiene una confianza alta, se esperaría una mayor demanda de crédito, bienes y servicios.

En el caso de los indicadores con rezago, la fecha de publicación es más distante de la fecha de corte y lo más importante, hacen referencia a indicadores que se ajustan a un ritmo más lento a la evolución de la economía.  Lo anterior es el caso de la tasa de desempleo, para que este mejore las empresas deben confirmar que el incremento en la demanda es sostenible y por lo tanto aumentar su fuerza laboral; en el caso de una desaceleración económica, las empresas deben considerar que la caída en ventas y utilidades será persistente para tomar decisiones de recortes de personal.   Adicional, el desempleo se publica 30 días después del corte, a finales de julio se conocería el desempleo de junio cuando ya se conocen más indicadores económicos.  

Un ejemplo no muy reciente pero bastante útil se dio durante el fin de la crisis de 2008 en EEUU.  Luego de los recortes de tasas de interés de la FED, para finales de mayo de 2019 los indicadores de confianza del consumidor y de colocación de créditos mostraban señales de mejora, no obstante, la tasa de desempleo siguió subiendo y fue solo hasta diciembre del mismo año que la tasa de desempleo inició su tendencia de descenso.  Para el mercado accionario, mayo fue el fin de la crisis y el inicio de la tendencia alcista no diciembre cuando el desempleo descendió.  En este caso el menor desempleo le dio más fuerzas al alza de los precios de las acciones.

Se que el tema se abordó de manera rápida y sencilla por lo que revisemos el comportamiento del empleo desde lo micro para entender mejor la dinámica.  Cuando una empresa atraviesa una época difícil, los directivos tienden a reaccionar en primera instancia como si fuera una coyuntura temporal de la cual pueden salir rápidamente; una leve desaceleración no justifica despidos de personal.  Sin embargo, cuando los inventarios se acumulan y la caída en ventas persiste, los directivos se preocupan e inician los planes de reducción de costos que por lo general incluyen despidos.

Así que es ya entrada la desaceleración es que el desempleo aumenta y se confirma que la situación se está deteriorando.  Lo mismo sucede cuando la economía se recupera.  Para que un empresario aumente las contrataciones tiene que evidenciar un nivel de ventas que presione su capacidad productiva y esto se da cuando ya se dejó la recesión, la economía está en recuperación y el futuro parece más tranquilo; la demanda es sólida y creciente.

Es claro como la tasa de desempleo no debe ser usada como indicador para predecir tendencias económicas, sino que servirá para confirmar etapas de crecimiento o momentos de desaceleración.   Si lo que se desea es anticiparse a la tendencia de la economía se deberá prestar mayor atención a la confianza del consumidor, a las peticiones iniciales de subsidio de desempleo, a los índices accionarios, entre otros.